Actualmente, la escasez de agua es una de las principales preocupaciones a nivel mundial, especialmente en países que sufren sequías. Y, aunque la disponibilidad de agua para consumo humano aún está garantizada en Europa, no lo está tanto la disponibilidad para el riego. Por eso es imprescindible recuperar parte para el riego, mediante el tratamiento del agua. De hecho, la Directiva marco del Agua (2000/60/CEE), se centra en el uso del agua residual para cultivos como solución a la escasez.
Tratamiento del agua residual para cultivos, ¿una solución?
A diferencia del uso de agua procedente de la naturaleza, el reciclaje de aguas industriales permite disponer de recursos casi inagotables. Tras el riego agrícola con agua tratada esta puede ser recolectada de nuevo para uso industrial, y viceversa.
Por eso el reciclaje de aguas residuales es un método muy utilizado en áreas urbanas.
No obstante, el agua industrial suele estar “infectada” con microorganismos y ensuciada con metales pesados y otros químicos. Por eso el uso de aguas residuales para riego no está exento de polémica. ¿Es suficiente el tratamiento del agua residual para librarla de ese tipo de contaminación?
La respuesta es que sí, y que puede resultar una buena opción para aumentar los recursos hídricos. En España, concretamente, el tratamiento de las aguas residuales para riego es bastante habitual.
Reciclaje de aguas residuales para riego: ¿cómo funciona?
En todo caso el uso de agua residual para riego suele requerir de un proceso de tratamiento del agua residual, para hacerla apta para regar con ella.
Cabe señalar que, algunas aguas residuales para riego son aptas sin depurar, ya que existen cultivos que depuran por sí mismos.
Principales problemas de las aguas industriales
El agua residual para uso agrícola puede comportar algunos riesgos para los cultivos.
- El pH puede estar un poco desequilibrado.
- Los sólidos es suspensión pueden provocar problemas en los sistemas de riego.
- Si los procesos industriales han supuesto un aumento de la conductividad eléctrica del agua, habrá exceso de salinidad.
- Presencia de sustancias tóxicas como el cloruro, iones de sodio, boro, sulfatos…
- Las aguas residuales para riego depuradas suelen contener nutrientes como el nitrógeno, fósforo y potasio, pero a menudo lo hacen en exceso.
Cultivos más adecuados para el riego agrícola con tratamiento del agua
El uso de aguas residuales para riego es más frecuente en cultivos no destinados directamente al consumo humano, ya que así se reducen sus riesgos inherentes.
Para ayudar a decidir qué cultivos regar con aguas tratadas la FAO (organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) establece tres niveles de riesgo:
Riesgo bajo
Cultivos no destinados al consumo humano o que van a ser tratados antes de ese consumo (secándolos, en conserva, procesándolos…)
Riesgo medio
Pastos y cultivos forrajeros, arboricultura y frutas de piel no comestible, como los cítricos.
Riesgo alto
Todos los alimentos que se consumen sin cocinar o sin pelar son considerados de riesgo elevado.
Pasos a seguir para depurar las aguas residuales para riego
El proceso de tratamiento del agua residual para uso agrícola, independientemente de si procede de la industria o del uso doméstico implica eliminar las impurezas. Para ello, hay que someter el agua residual para uso agrícola a una serie de procesos de purificación. Estos sistemas se organizan en tres fases.
Fase primaria
En esta primera etapa, se elimina la suciedad que se encuentra en suspensión en el agua y se realiza una equilibrado del pH al estándar de 6-8’5. Para ello se le añaden alcalinizantes o CO2.
Fase secundaria
La segunda fase se centra en la eliminación de los residuos orgánicos que podrían perjudicar los cultivos. Existen dos tipos de procesos de eliminación de estos residuos: los aerobios, que usan oxígeno, y los anaerobios, que fermentan la materia orgánica en cerrado y la libera en forma de gas.
Fase terciaria
Se trata de la eliminación de los agentes bacterianos mediante procesos de filtrado y, en caso de necesidad, cloración química o salina. Al finalizar los distintos tratamientos de aguas industriales el agua puede volver a ser utilizada en la industria o derivada a otros usos, como por ejemplo al riego.
Todos estos procesos mejoran la calidad de las aguas residuales para riego, permitiendo el riego agrícola con agua tratada de ese modo.
Para asegurar su calidad antes de utilizarla en la agricultura, se someten estas aguas a controles sobre cuatro cuestiones:
- La presencia de Nematodos intestinales.
- Existencia de Escherichia coli.
- Presencia de sólidos en suspensión.
- Turbidez
Tratamiento del agua, especificaciones legales acerca del uso de aguas residuales para riego
La legislación española señala que el método de riego preferente para el uso de aguas residuales es el riego por goteo. Eso es porque la aspersión o microaspersión las aguas residuales pueden quedar en suspensión en el ambiente e impregnar los frutos. Y no sólo eso, sino que también se pueden ver afectados los trabajadores.
Para evitarlo, el riego por aspersión se ha de hacer de noche, con aspersores de corto alcance y a baja presión. En caso de que haya depósitos de agua potable cerca, deben estar bien cubiertos.